Yoga Nidra o sueño consciente es una práctica de relajación profunda al límite de la consciencia que nos ayuda a conseguir un estado de sueño en plena lucidez. Es un poderoso método sistemático cuyo objetivo es llegar a la relajación física, muscular, emocional y mental. El ritmo diario establecido hoy en nuestras vidas, en ocasiones, nos provoca tensiones y pensamientos excesivos que nos inducen al estrés. Todo ello afecta a las emociones contenidas que se van acumulando a lo largo de los años afectando al equilibrio mental y físico. Por sus beneficios, es una práctica recomendable ya que el núcleo principal de yoga Nidra es la transformación, la evolución y el cambio de actitudes para llegar a conseguir y sentir nuestra propia paz interior. Quizás es uno de los métodos más eficaces de relajación y entrenamiento de la mente (Sankalpa). El yoga Nidra se practica tumbado boca arriba sobre una esterilla en posición de relajación o savasana y con los ojos cerrados. Durante la práctica es bueno mantener en todo momento una puerta abierta y receptiva para escuchar la voz de quien te guía/habla.
Meditar no es dejar la mente en blanco. Meditar es un método para desarrollar, entrenar, armonizar y aquietar la mente y sus potenciales como la atención, la compasión, la energía y el contenido interior. Consiste en disfrutar, sentir y centrarse en el momento presente. Es fijar la atención en un punto concreto como la respiración, la llama de una vela o simplemente observando algo que centre y mantenga nuestra atención. La mente no para de producir pensamientos que van y vienen. El fin de la meditación es distanciarse de los pensamientos, las emociones y sensaciones que nos invaden y en ocasiones ocupan un espacio en nuestra mente que nos impide tener PAZ. Cuando en la vida diaria nos sucedan situaciones adversas, con la práctica de la meditación aprenderemos a crear una distancia para que nos afecten menos y así reducir el sufrimiento. La meditación requiere una disciplina diaria por lo que es conveniente practicar si es posible en un lugar tranquilo y a la misma hora para conseguir una rutina. Cuando somos principiantes es recomendable comenzar con cinco o diez minutos y aumentar en función de la capacidad de concentración que se va adquiriendo. Si durante la práctica vienen pensamientos a la mente, intenta ignorarlos o que fluyan, centrando de nuevo la atención en el presente.
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